Kalabrese and his Rumpelorchestra^CH

[DEBUT EN NORTE AMÉRICA] Con un puñado de sencillos y remixes bajo el brazo, el suizo Kalabrese (aka Sascha Winkler), actualmente se encuentra en la envidiable posición de ser uno de los más encendidos productores del presente. Sin duda decir esto es propio de periodistas que buscan simplemente la forma de hablar de su álbum, apenas lanzado, Rumpelzirkus, un disco que ostenta esa clase de originalidad que se ve surgir una vez cada solsticio. Kalebrese tiene una firme pero sutil mano en la cabina de producción, construyendo un micro-funk inspirado en las reliquias de la música disco, soul y del afro-beat, que conjuga con su otra prodigiosa mano de músico de jazz. A esto se suma que a Kalebrese no le da miedo tomar el micrófono y cantar y, aunque mucho de lo que se puede oír que sale de su garganta es la extraña voz de un baladista semi-gangoso, alcanza a tener un encanto nada lejano al del David Byrne joven. Para MUTEK, Kalabrese tocara con una versión reducida de su banda, de tal manera que su actuación será una arriesgada prueba en vivo a sus ambiciones artísticas y la oportunidad de ver un talento en el momento en que más incondicionalmente despierta.

[DEBUT EN NORTE AMÉRICA] Con un puñado de sencillos y remixes bajo el brazo, el suizo Kalabrese (aka Sascha Winkler), actualmente se encuentra en la envidiable posición de ser uno de los más encendidos productores del presente. Sin duda decir esto es propio de periodistas que buscan simplemente la forma de hablar de su álbum, apenas lanzado, Rumpelzirkus, un disco que ostenta esa clase de originalidad que se ve surgir una vez cada solsticio. Kalebrese tiene una firme pero sutil mano en la cabina de producción, construyendo un micro-funk inspirado en las reliquias de la música disco, soul y del afro-beat, que conjuga con su otra prodigiosa mano de músico de jazz. A esto se suma que a Kalebrese no le da miedo tomar el micrófono y cantar y, aunque mucho de lo que se puede oír que sale de su garganta es la extraña voz de un baladista semi-gangoso, alcanza a tener un encanto nada lejano al del David Byrne joven. Para MUTEK, Kalabrese tocara con una versión reducida de su banda, de tal manera que su actuación será una arriesgada prueba en vivo a sus ambiciones artísticas y la oportunidad de ver un talento en el momento en que más incondicionalmente despierta.